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La gripe canina

Ya estamos en otoño y con él llega el fresquito y los cambios bruscos de temperatura. Igual que a nosotros, esto también afecta a nuestros peludos y favorece la aparición de procesos respiratorios como es el caso de la llamada Gripe Canina, tos de las perreras o realmente como se debería denominar, traqueobronquitis infecciosa canina.

Se trata de una enfermedad respiratoria y muy contagiosa que afecta a los perros de todas las edades, siendo más vulnerables los cachorros, los perros geriátricos y los peludos cardiópatas.

Prácticamente todos los perros expuestos al virus se van a contagiar y un 80% va a manifestar síntomas: el resto pueden no tenerlos aparentemente, pero aún así pueden propagar la enfermedad. Siempre que exista sintomatología aunque sea leve, debes acudir al veterinario, ya que la mayor o menor gravedad de la enfermedad va a depender mucho de la edad y del estado de salud general del paciente.

La gripe canina se puede presentar en cualquier época del año pero es más frecuente en otoño. Se transmite por el aire a través de la tos, estornudos, ladridos…pero también por material contaminado, como los recipientes de la comida o el agua, correas, collares o el contacto con otros perros infectados, es por ello que sea normal el contagio en el parque, guarderías o residencias, lugares de “reunión” para ellos, y que en caso de que tu perro esté afectado, deberás evitar durante unos días.

La gripe canina afecta a las vías respiratorias altas, produciendo inflamación aguda de la laringe y la tráquea. Los causantes son diversos agentes y la infección puede deberse a uno o varios de ellos. Los principales virus son los Adenovirus canino tipo 2, el virus de la parainfluenza canina. La principal bacteria implicada es la Bordetella bonchiséptica.

El síntoma más característico es la tos, una tos normalmente seca, como una carraspera que se suele describir como “tiene algo clavado en la garganta y lo quiere echar” ; esta tos puede ir acompañada de arcadas e incluso de algún pequeño vómito, normalmente de baba blanca. Otros síntomas frecuentes son estornudos, secreción nasal, fiebre, apatía  o dificultad respiratoria.

Para tratar la infección bacteriana se utilizan antibióticos y para aliviar la tos, antitusígenos, broncodilatadores y antinflamatorios.

En casa podemos ayudarles para que se encuentren mejor, favoreciendo el reposo en la medida de lo posible, ya que el estrés y la excitación favorecen la tos. También  proporcionarles un lugar calentito con una cama mullida, una dieta blanda si tienen dificultad para tragar – estos días podemos reblandecerles un poco el pienso con agua – , también es importante que beban y se mantengan hidratados. Si duermen a la intemperie, estos días deberás proporcionarles un refugio interior en el garaje si es necesario, controlar que el agua de su cacharro no se quede muy fría y darles paseos más cortos.

Como siempre, vamos a darle toda la importancia a la prevención y en el caso de la gripe canina tenemos a nuestra disposición una vacuna , que se recomienda poner a los cachorritos desde los 6 meses y por supuesto, también a los adultos , siendo una vacuna anual.

La gripe canina no es una enfermedad que debamos infravalorar, ya que si bien la mayoría de las veces tiene un curso leve y llevadero, las complicaciones son lo suficientemente graves como para tenerlas muy en cuenta, y vacunar a nuestros peludos es siempre la mejor opción.

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