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Enfermedades transmitidas por garrapatas

Ya tenemos aquí el calor, que por cierto cada vez llega antes, se va más tarde y es más intenso, y con él, aumentan las salidas al campo con nuestros peludos, lo que implica un mayor riesgo de picadura por garrapata,  riesgo que no para de aumentar en los últimos años debido al  crecimiento disparado de estos pequeños artrópodos, cuya época de reproducción se dilata en el tiempo debido al cambio climático y las altas temperaturas, sobre todo, afectando también a su metabolismo, lo que se traduce en que se reproducen en mayor cantidad y durante más tiempo.

Bien es sabido que las garrapatas transmiten enfermedades por su picadura tanto en animales como en personas, y algunas son muy graves pudiendo provocar incluso la muerte, así que poca broma.

Como decíamos, las garrapatas son artrópodos y se alimentan de sangre. Pueden ser tan pequeñas como la cabeza de un alfiler en su estado larvario y grandes como una alubia cuando son hembras adultas. Se encuentran normalmente en el suelo, a la espera de que pase su víctima para subirse a ella , anclándose entonces a la primera capa de la piel, segregando una especie de pegamento y una sustancia anticoagulante que le permite succionar la sangre del hospedador durante varios días: en ese tiempo en que la garrapata está adherida la piel es cuando se puede producir la transmisión de la enfermedad.

¿De qué enfermedades hablamos?

Anaplasmosis: es producida por una bacteria que afecta tanto al perro como a nosotros. En muchos casos es asintomática, es decir, no presenta síntomas, pero en caso de que los haya, son fiebre, dolores musculares, diarrea, letargo….El tratamiento es con antibióticos.

Erliquiosis:  también producida por una bacteria y también afecta a nuestros perros y a nosotros. Ataca el sistema inmunitario, dañando glóbulos blancos y plaquetas, así como distintos órganos y el sistema nervioso. Los síntomas son fiebre, pérdida de apetito, pérdida de peso, problemas respiratorios, oculares y musculares. También se trata con un antibiótico y es muy importante detectarla cuanto antes, para un buen pronóstico.

Babesiosis: afecta a los perros y también a las personas, aunque en éstas es poco frecuente, al menos en nuestro país. Es  producida por un protozoo, que ataca los glóbulos rojos rompiendo sus membranas y provocando una anemia hemolítica, también muy grave, si no se trata a tiempo. Los síntomas son fiebre, debilidad, orina oscura (color coñac) y mucosas pálidas. El tratamiento dependerá del estado de gravedad del paciente y aunque existen fármacos inyectables para eliminar el parásito, hay que tratar las complicaciones y muchas veces se necesitan transfusiones de sangre y hospitalización, para la recuperación del perrete.

Enfermedad de Lyme: producida por una bacteria, también se conoce como Borreliosis canina. Puede afectar al sistema nervioso central y los síntomas son similares a los anteriores, fiebre, depresión, dolor generalizado, anorexia, inflamación ganglionar…Se trata con antibióticos y el tratamiento suele prolongarse mucho en el tiempo. Al igual que las anteriores es transmisible al hombre.

Algunas de estas enfermedades son muy graves e incluso pueden llegar a ser mortales para nuestros peludos, además existe el peligro de su transmisión a humanos, así que e esencial mantener a raya a las garrapatas en general, como mejor medida preventiva para toda la familia.

¿Cuál es la mejor prevención?

Cuando vuelvas del paseo, revisa bien el pelo y piel de tu peludo: existen unos peines para pulgas que ayudan a coger las garrapatas que aún no se han agarrado a la piel y si ya lo han hecho, lo mejor es utilizar unas pinzas especiales o unas tuyas de punta roma, acercándote todo lo que puedas a la piel y tirando suavemente de forma continua pero sin retorcerla…En cualquier caso, si tienes dudas o no te atreves, lo mejor es acudir a la clínica para retirarla con total seguridad. No utilices nunca ungüentos ni calor.

Respecto a nosotros, lo ideal es ir con ropa clara, manga larga y pantalón largo con calcetines donde en caso de engancharse, se pueda ver fácilmente, y si es posible, ir por la zona central de los caminos, evitando los márgenes donde suele acumularse más vegetación y garrapatas… También te aconsejamos utilizar repelentes autorizados, siguiendo las indicaciones del fabricante.

En el caso de nuestros gatos, aunque son menos susceptibles a su ataque, ésto no quiere decir no estén expuestos a estos peligrosos patógenos. Ellos también pueden sufrir la enfermedad de Lyme, Erliquiosis , Babesiosis, Anaplasmosis y Hepatozoonosis, esta última es producida por un protozoo: la mayoría de las veces la infección es subclínica, es decir cursa sin sintomatología, sin que nos demos cuenta, pero sí pueden aparecer en gatos inmunodeprimidos, que hayan estado enfermos o tengan alguna infección, al mismo tiempo.

Ya hemos comentado en otro artículo del blog como prevenir las garrapatas en nuestros peludos: existen pipetas, collares, pastillas… Lo esencial es ver el espectro que cubre cada uno y aplicarlos siguiendo las indicaciones del fabricante y las recomendaciones de tu veterinario, que pueden variar en función de las circunstancias de cada caso.

Por otra parte, es un error pensar que en invierno no hay garrapatas…Pueden sobrevivir a temperaturas de -4ºC y saben protegerse bien del frío, por lo que todos estamos expuestos a ellas, durante todo el año.

Las garrapatas son muy peligrosas, de ahí nuestra preocupación por transmitiros  la importancia que tiene su prevención, para evitar sufrimiento y enfermedad en nuestros peludos y por supuesto, en nosotros.

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