Las Navidades siempre son una época en que nos dejamos llevar por la vorágine de las fiestas, compras, vacaciones, comidas y cenas. Aunque este año por las circunstancias de la pandemia todo va a ser diferente, no debemos perder de vista a nuestros peludos y mantener en la medida de lo posible sus rutinas en general y su alimentación en particular, porque aunque queramos que ellos participen del festín, debemos demostrarles cariño de otras maneras.
Nunca comida humana
Es muy importante no darles comidas elaboradas para nosotros, no añadirles restos de nuestras comidas a su pienso, porque sencillamente no es ni saludable ni beneficioso para ellos. Nuestros perros y gatos comen de todo y normalmente les encanta nuestra comida: les parecerá estupendo que se lo demos, pero tenemos que pensar en las consecuencias y la consiguiente visita al veterinario.
Ante un mismo alimento perros y gatos pueden reaccionar de diferente manera: los platos típicos navideños en general, tienen alto contenido de sal y grasas que pueden producirles trastornos digestivos, pero también pueden sufrir intoxicaciones graves que no siempre dan la cara en el momento de comerlos.
Alimentos típicos prohibidos
Para que tengáis unas Navidades tranquilas y seguras en casa, te contamos algunos de los alimentos propios de estas fiestas que resultan perjudiciales para nuestras mascotas:
- Uvas , aparte de su alto contenido en azúcar, se ha demostrado que tanto en perros como en gatos, pueden afectar al funcionamiento de sus riñones, además de producir vómitos y diarrea.
- Chocolate, tóxico para perros y gatos, dependiendo de la cantidad y pureza del chocolate…En cualquier caso, las consecuencias pueden ser nefastas debido a la teobromina que contiene y que provoca temblores, convulsiones, arritmias e incluso en casos graves, la muerte. En los gatos puede provocar además pancreatitis debido a su alto contenido en grasa.
- Marisco, las cáscaras y las carcasas de los moluscos, gambas, cigalas, etc. contienen quitina y en el perro puede producir vómitos, diarrea, estreñimiento, así que mejor no arriesgarse.
- Cebolla y ajo, muy peligrosos para nuestros peludos, especialmente la cebolla, ya que contienen tiosulfatos que se metabolizan con dificultad y pueden provocar anemia por rotura de los glóbulos rojos, además de problemas renales , diarrea y vómitos.
- Frutos secos, los digieren con dificultad, tienen un alto contenido en fósforo y pueden dañar el riñón y producirles alteraciones en el aparato digestivo. En el caso de los perros, las nueces son directamente tóxicas.
- Aguacate, tiene persina, que produce daños intestinales y respiratorios en perros y gatos.
- Xilitol, presente como edulcorante en muchos alimentos light o bajos en azúcar como chicles y en la pasta de dientes (no le laves los dientes nunca con un dentífrico nuestro ya que lo ingieren) y le producirá vómitos y bajada de los niveles de glucosa con el riesgo que esto conlleva.
- Embutidos, sobre todo en el caso de los gatos no son nada recomendables al tener altos niveles de sal y también de grasa, que les puede provocar una pancreatitis.
- Huesos, son una “mala” lotería, pese a haber escuchado muchas veces “los perros han comido huesos toda la vida” o “se los he dado siempre y nunca le ha pasado nada”… Hasta que pasa, y producen una perforación o una obstrucción y la consiguiente cirugía, que precisamente no nos va a alegrar las Navidades…
Algunas excepciones
Pero…..No todo van a ser prohibiciones y aunque realmente los veterinarios no somos muy partidarios de ofrecerles otra alimentación que no sea la suya, te comentamos alguna comida que sí puedes darles , siempre en pequeñas cantidades y usando el sentido común, porque ellos comérselo se lo van a comer encantados:
- Lógicamente, los snacks y galletas especiales para ellos.
- Si te miran con esa cara de pena y circunstancias mientras haces el cóctel de gambas, les puedes dar una gambita, pero siempre pelada y sin cáscara. Si tu peludo es un dálmata, olvídalo, ya que esta raza tiene predisposición para tener cálculos en la vejiga por exceso de ácido úrico.
- Un poco de pavo asado, siempre que lo laves antes para retirarle restos de ajo o cebolla, aunque si es cocido, mejor.
- Frutas como piña o manzana, en pequeñas porciones.
- Un trocito de queso sin lactosa o jamón cocido del más natural que sea posible.
Y así sí:
¡¡ Buen Provecho y Felices Fiestas!!