La endoscopia es una técnica diagnóstica muy utilizada a día de hoy en Veterinaria.
Consiste en introducir por diversos orificios naturales un tubo flexible con una cámara, para ver y valorar distintos órganos del paciente y su estado.
La endoscopia tiene diferentes aplicaciones. La más utilizada quizá sea la digestiva, en la que el tubo se introduce por la boca para examinar el esófago, estómago y primera porción de intestino delgado, el duodeno.
La endoscopia digestiva puede servirnos para la extracción de cuerpos extraños, es decir, “cosas” que se comen nuestros peludos: piedras, pelotas, calcetines, piezas de juguetes, etc. Lo cierto que son capaces de comerse casi cualquier cosa y es esencial pedir cita o llevar a Urgencias a tu peludo si sabes qué ha ingerido para proceder a su extracción, porque muchos de estos objetos pueden provocar una obstrucción al pasar al intestino, y esto ya significaría cirugía y postoperatorio. Sin embargo, si actuamos rápido y el objeto sigue en el estómago, lo podremos sacar casi siempre con el endoscopio, de forma no invasiva y con una recuperación muy rápida, que básicamente consiste en recuperarse de la anestesia general, que sí es necesaria, en cualquier caso.
Otra aplicación de la endoscopia es tomar muestras de biopsia en patologías digestivas, cuando sospechamos de una enfermedad inflamatoria intestinal, linfoma o gastritis. En estos casos la endoscopia nos va a dar no sólo la información “visual” de cómo está su aparato digestivo, sino también el nombre y apellido de lo que estamos viendo, siempre con la ayuda del anatomopatólogo, para tener un diagnóstico objetivo y cierto y poder aplicar el correspondiente tratamiento.
La endoscopia digestiva incluye también la colonoscopia, en la que se visualiza y se pueden tomar muestras del colon, introduciendo el tubo con la cámara por el ano. En este caso siempre es súper importante la preparación del paciente con una dieta previa y enemas, para que esté bien limpito y poder hacer un buen diagnóstico (igual que en nosotros)
Otros usos de esta técnica diagnóstica muy importantes son para la extracción de cuerpos extraños en las fosas nasales: los más frecuentes son las espigas y en este caso hablamos de rinoscopia, que también nos ayuda cuando sospechamos de alguna masa o tumor, pólipo, o rinitis, en cuyo caso se hacen tomas de biopsia.
La broncoscopia es otra de las utilidades veterinarias de la endoscopia, para el estudio de enfermedades respiratorias de los bronquios. En este caso, el tubo con la cámara se introduce en la cavidad oral y se va avanzando a través del árbol traqueobronquial, para visualizar en tiempo real la tráquea, y los bronquios. Nos permite hacer lavados bronquiales para tomar muestras de procesos inflamatorios, infecciosos, masas, o incluso recuperar alguna espiga que haya profundizado más de lo debido.
Y finalmente está la otoscopia, para la revisión a fondo de los oídos, permitiéndonos visualizar el conducto auditivo y el tímpano.
Podemos concluir que la endoscopia es una técnica no invasiva muy útil y cada día más integrada en el día a día de nuestra clínica. Nosotros llevamos años utilizándola en todas sus aplicaciones, gracias a la formación continua y gran experiencia de Bernardo, Responsable de Cirugía, Endoscopia y Gastroenterología en la clínica, entre otras muchas cosas. Si nos necesitas, estamos siempre a tu lado.