Vamos a hablarte hoy de la digestión en nuestros animales partiendo del hecho de que una alimentación adecuada y de calidad siempre va a beneficiar a su salud.
La digestión de los perros no empieza en la boca como ocurre con la nuestra: nuestros peludos tienen muy pocas papilas gustativas por lo que apenas saborean las comidas. Utilizan los dientes para mascar y tragar rápidamente y la saliva sólo sirve para ayudar al paso de los alimentos al estómago, nada más.
Su digestión en realidad, empieza en el estómago. Entre otras sustancias, en este órgano está el ácido clorhídrico que junto con sus propios movimientos, ayuda a mezclar los alimentos e ir preparándolos para pasar al intestino delgado, donde la bilis procedente del hígado ayuda a romper las grasas, y los jugos pancreáticos ayudan a romper los hidratos de carbono además de las grasas, de forma que los nutrientes se van absorbiendo a lo largo del intestino delgado. Todo lo que no se haya absorbido en el delgado llega al intestino grueso donde lo que se hace es absorber agua y electrolitos y formarse las heces.
Todo este proceso puede durar entre 4 y 9 horas.
Para que los alimentos se conviertan en nutrientes tienen que ser altamente digestibles.
De hecho, cualquier alimento no digerido adecuadamente puede fermentar en el intestino, alterar la flora intestinal y producir diarrea. Todos alguna vez hemos visto cómo al darle a nuestros peludos de nuestra comida, elaborada con más grasas y en general más condimentada, terminan teniendo diarrea: es porque el intestino de nuestros peludos tiene una capacidad limitada para digerir las grasas, así que si el alimento tiene mucha grasa, ésta va a pasar por el intestino delgado más deprisa de lo que éste es capaz de digerir y cuando llegue al grueso no se habrá hecho una correcta digestión y habrá diarrea. Otros síntomas pueden ser dolor cólico, borborismos (ruido de tripas) y gases.
Para una buena digestión, lo ideal es que un perro adulto haga dos tomas al día, que coma tranquilo y que no haga ejercicio ni antes ni justo después de comer, pues podría predisponerle (junto con otros factores), a desarrollar una patología muy grave y potencialmente mortal como es la dilatación-torsión de estómago.
En el caso de los cachorros, su sistema digestivo tarda un tiempo en tener la eficacia de las enzimas digestivas de un adulto por lo que una vez que se destetan, deben hacer al menos tres tomas al día para ayudarles a una digestión más sencilla y exitosa. Es fundamental darles un pienso especial para cachorros, que siempre tendrá en cuenta sus particulares necesidades en cuanto a proteínas, grasas, hidratos de carbono y minerales.
Tanto en cachorros como en adultos, hay perretes que “se beben el pienso” en cuestión de pocos segundos, lo que muchas veces les lleva a regurgitar la comida, ya que el estómago es incapaz de digerir trozos tan grandes, como consecuencia de comer tan rápido. También pueden tener problemas de atragantamiento o una acumulación muy intensa de gases que podría derivar en una dilatación de estómago.
Las razones de que un peludo coma tan rápido pueden ser: ansiedad, estrés, la existencia de competencia con otros perros de la casa o simplemente pura glotonería: hay perros que sencillamente son felices comiendo.
¿Qué estrategias podemos usar para evitar que coman tan deprisa?
● La más sencilla es dividir la ración del día en varias tomas: puede disminuir la ansiedad, al comer menos cantidad pero más veces.
● Existen juguetes dispensadores para que saquen la comida poco a poco y se entretengan en ello y también comederos con diseños que dificultan la aprehensión de la comida, lo que les hace comer más lento, quieran o no.
● Si hay problemas de competencia, lo mejor es facilitar que cada perro coma sólo, sin la presencia de los otros.
Los problemas digestivos son uno de los motivos más frecuentes de visita al veterinario: unas veces se debe sólo a una travesura por haberse comido algo inapropiado del suelo, desconocimiento en el manejo, alimentación inadecuada, … pero otras, hay una patología detrás, como la enfermedad intestinal inflamatoria, parásitos, síndrome de malabsorción, … Patologías que es importante diagnosticar y tratar para equilibrar su sistema digestivo, por lo que ante cualquier duda, nuestro mejor consejo siempre será que pidas cita para descubrir la causa y poner el mejor tratamiento para su salud.