La artrosis, también conocida como osteoartrosis (OA), es una enfermedad articular degenerativa, que afecta tanto al cartílago como al hueso y tejidos blandos de la articulación y la consecuencia de esto, es sobre todo, el dolor.
La artrosis es una patología muy frecuente en nuestros peludos y a veces los signos para detectarla son muy sutiles y es difícil darse cuenta de ellos. Aunque es más frecuente que la sufran perros y gatos abueletes, se puede presentar también a edades tempranas.
Aunque podamos pensar lo contrario, los gatos también la sufren, pero debido a su instinto de supervivencia y afán de disimular cualquier estado de debilidad, la enfermedad pasa mucho más desapercibida. Sin embargo, existen estudios contrastados en los que se ha visto que el 90% de los gatos mayores de 12 años tienen artrosis.
Hay varios factores que pueden predisponer a padecerla
– La raza: (en gatos, el Maine Coon, Abisinio, Scottish Fold; en perros, el Golden, Labradores, Pastores alemanes, Rottweilers,… entre otras)
-El peso: en perros y gatos de razas grandes al tener mayor peso hay un mayor desgaste de las articulaciones por la carga adicional que soportan. La obesidad no es causa, pero sí agrava la artrosis.
-El uso excesivo de la articulación: un ejercicio brusco e intenso prolongado en el tiempo(correr /saltar) puede provocar estrés en las articulaciones y favorecer la artrosis. Esto es especialmente importante en cachorros de razas grandes que están en pleno crecimiento.
-El uso excesivo de la articulación: un ejercicio brusco e intenso prolongado en el tiempo(correr /saltar) puede provocar estrés en las articulaciones y favorecer la artrosis. Esto es especialmente importante en cachorros de razas grandes que están en pleno crecimiento.
– Lesiones o patologías previas en la articulación, como las luxaciones de rótula, la displasia de cadera o codo, fracturas articulares o lesiones de ligamentos.
La artrosis duele y el dolor va a ser el síntoma que nos ponga en alerta de que a nuestro peludo le pasa algo. Tanto perros como gatos pierden actividad, les cuesta más trabajo levantarse, sobre todo después de llevar un tiempo tumbados, están más apáticos, les puede cambiar el humor, van más despacio en los paseo, puede disminuir su apetito, y pueden aparecer cojeras. Los gatos vacilan más a la hora de trepar o bajarse de sitios altos, tienen dificultades para asearse en ciertas zonas, pueden orinarse fuera del arenero, por el dolor…
El tratamiento
El tratamiento de la artrosis va dirigido a que nuestro peludo se encuentre mejor y la artrosis avance lo más lenta posible, ya que por desgracia, no se cura. ¿Cómo puedes ayudarle desde casa?
- Mejorando su entorno. En perros, proporcionándoles una cama acolchada y cómoda que no tenga laterales para acceder a ella, poner una alfombra donde se tumben para que le sea más fácil levantarse. En gatos, también una cama cómoda en un lugar cálido que le guste, y areneros grandes, de bordes bajos.
- Ejercicio. Es muy importante que el animal se mueva, con al menos 3 o 4 paseos al día, pero suaves, sin forzar, por terrenos cómodos y llanos, evitando largos periodos de inactividad. La artrosis es un círculo vicioso donde si hay dolor no me muevo y como no me muevo hay más dolor. Así que es importante mantener un nivel de actividad regular, pero tranquilo.
- Dieta. Si nuestro peludo artrósico tiene sobrepeso es muy importante un plan de adelgazamiento, con una dieta adecuada, para mantenerle en un peso saludable que le va a ayudar mucho a encontrarse mejor, ya que sus articulaciones sufrirán menos desgaste y presión, y por tanto, un menor deterioro.
- Uso de condroprotectores, para limitar el deterioro del cartílago, que dan buenos resultados a largo plazo y se pueden empezar a utilizar en perros y gatos mayores, aunque no haya signos evidentes de la OA.
El tratamiento desde el punto de vista veterinario busca la mejora de la calidad de vida del paciente y ralentizar el avance de la enfermedad. Tenemos varias herramientas a nuestro alcance, que según cada caso particular, puede ser conveniente combinarlas, viendo cuáles son las más adecuadas:
- Analgésicos y antinflamatorios: los prescribimos cuando hay dolor y la respuesta suele ser muy buena. Hoy en día hay fármacos de este grupo que se han ido mejorando para disminuir el riesgo que supone en animales mayores su uso prolongado, en órganos como su hígado o riñón, y que también son mejor tolerados a nivel digestivo. En cualquier caso, es importante hacer un seguimiento y control de su uso.
- Láser terapéutico: está demostrada científicamente su eficacia, alivia el dolor, disminuye la inflamación y mejora la movilidad. Es rápido , indoloro, sin efectos secundarios y muy bien tolerado.
- Terapia con Plasma Rico en Plaquetas, también llamado factores de crecimiento. Es una técnica que venimos utilizando desde hace 5 años con muy buena respuesta por parte de nuestros pacientes. Favorece y promueve la proliferación de los condrocitos que son las células que formar el cartílago articular, con lo cual las condiciones de la articulación mejoran ya que hay remodelación, cicatrización y cierta regeneración, lo que se traduce en menos dolor. (Puedes informarte más a fondo en otro artículo más extenso de nuestro blog, donde te contamos cómo aplicamos esta terapia en nuestra clínica.)
- Desde hace aproximadamente dos años, disponemos también de una fenomenal herramienta para control de dolor artrósico, tanto para perros como para gatos, con un perfil de seguridad positivo, que alivia el dolor durante un mes, en una sola inyección. Se trata de anticuerpos monoclonales, que actúan sobre el llamado Factor de Crecimiento Nervioso, cuya función principal es inhibir el dolor.
- Fisioterapia y rehabilitación: también es una parte importante en el tratamiento de la artrosis. Siempre realizada por veterinarios especialistas y tratando cada caso de forma individual. Puede incluir rehabilitación en agua (hidroterapia), masajes, electroestimulación, ultrasonidos…
La osteoartrosis es una enfermedad progresiva y degenerativa que debemos abordar de forma multimodal, tanto veterinarios como tutores, para garantizar los mejores resultados, estudiando cada caso en particular.
Es importante no esperar a que la enfermedad avance y ante la primera duda o sospechas de que tu peludo puede estar sufriendo osteoartrosis, acudas a la clínica para que juntos podamos hacer una buena planificación para “atacar” al dolor y poder mantener a tu animal en las mejores condiciones el mayor tiempo posible, que como siempre es el objetivo: verles sanos y felices.