Si hay algo que todos tenemos claro respecto a nuestros peludos, es que queremos tenerlos a nuestro lado el mayor tiempo posible, sanitos y felices. Para ello es fundamental que entendamos la importancia que puede llegar a tener el hecho de que a partir de una cierta edad les hagamos un chequeo para saber si podemos seguir tranquilos porque todo marcha bien, o por el contrario, detectamos algún problema que esté empezando a dar la cara, podamos atajarlo a tiempo y tratarlo si es necesario. Todo esto lo conseguimos con los chequeos anuales geriátricos, que deberíamos realizar a los perros a partir de los 7 años y en los gatos a partir de los 10.
Con el chequeo geriátrico lo que tratamos es hacer prevención y un diagnóstico precoz de enfermedades propias de la vejez.
Nuestros peludos tienen cada vez una mayor esperanza y calidad de vida, precisamente porque cada vez somos más conscientes de la importancia de su alimentación, manejo y aplicación de medidas preventivas (vacunas, desparasitaciones, tratamientos preventivos…). No podemos evitar que envejezcan, pero sí podemos ayudarles a que lo hagan mejor.
En los perros, es frecuente que veamos en la consulta abueletes que empiezan a tener problemas de movilidad, que se cansan más con el paseo habitual, que comen menos o que de repente beben u orinan mucho más que antes, que les cuesta levantarse, que tiene problemas de piel, muchas veces se achaca a que” son cosas normales de la edad” “está mayor”, y lo son y lo están, pero también pueden indicar que algo no va bien: hay que saber qué y porqué y sobre todo llegar a tiempo para poder tratarlo y mejorarlo.
Con los gatos ocurre igual y quizá peor que en los perros, si tenemos en cuenta su afán por “simular” que todo está bien. Pero si un gato empieza a comer menos, tiene mal pelaje o adelgaza, de fondo, no estará la edad sino seguramente un posible problema renal, o si ya no se sube a las alturas y se desliza por los muebles para bajar de la encimera en lugar de saltar como hacía antes, pues probablemente hay una artrosis, y la artrosis duele, aunque no lo digan.
Podemos considerar que las enfermedades más típicas de los perretes mayores son:(no necesariamente en este orden):
-Cardiovasculares
-Artrosis
-Tumores
-Enfermedades endocrinas
-Insuficiencia renal
-Cataratas
-Obesidad
-Disfunción cognitiva (demencia senil)
-Enfermedad dental
En el caso de los gatos:
-Insuficiencia renal crónica
-Hipertiroidismo
-Diabetes
-Obesidad
-Problemas hepáticos
-Enfermedad dental
En ambos casos un chequeo debería incluir las siguientes pruebas:
-Analítica sanguínea completa
-Pruebas hormonales (tiroides)
-Analisis de orina
-Radiografías de tórax y abdomen
-Ecografía
-Control de peso.
-Electrocardiograma
Como siempre te recomendamos, acude a nosotros y pregúntanos sobre este tipo de chequeos, y una vez más y a riesgo de ser muy pesados, recuerda que siempre es mejor prevenir que curar: un chequeo a tiempo, puede mejorar y mucho la vida de tu peludete.