Igual que nos sucede a nosotros, la placa dental se forma poco a poco en la boca de nuestras mascotas, sobre la superficie de los dientes y en las encías, a las pocas horas de comer.
La placa bacteriana consiste en una acumulación de microorganismos con un color entre blanco y amarillo, que si no se limpia, va endureciéndose hasta convertirse en sarro, que es esa capa marrón que se ve en la superficie de los dientes, es duro y tiene huecos donde se acumulan las bacterias. Como ya no es tan fácil de limpiar, esas bacterias se multiplican y producen la inflamación de la encía o gingivitis.
Lo siguiente es que la encía se infecta con esas bacterias acumuladas y aparece la enfermedad periodontal, que puede terminar con pérdida de piezas y la diseminación a través de la sangre de las bacterias, que pueden provocar serios problemas en hígado, riñón y corazón.
¿Cuándo es necesaria entonces la limpieza de boca?
Lo primero es acudir a consulta cuando veamos:
- Encías inflamadas.
- Sangrado de encías.
- Mal aliento.
- Dificultad para comer.
En la clínica el veterinario examinará la boca de tu perro o gato y será quien mejor te aconseje cuándo es conveniente hacer esa limpieza o profilaxis dental.
¿En qué consiste una limpieza de boca?
Lo primero que hay que aclarar y explicar es por qué se necesita anestesia general.
Nuestros peludos tienen que estarse muy quietos para realizar la limpieza correctamente y es impensable que vayan a hacerlo con una máquina ruidosa que les insufla agua en la boca, ya que el procedimiento es exactamente igual que el nuestro, cuando el dentista nos hace una limpieza dental, utilizando una máquina de ultrasonidos. Si nosotros nos movemos a veces y somos conscientes de todo el proceso, es misión imposible pretender que nuestros peludetes se queden quietos – por muy buenos que sean.
- En la limpieza dental lo primero que hacemos en la clínica es retirar la placa adherida a la superficie de los dientes, con ultrasonidos que mantiene íntegras las piezas y elimina en profundidad toda la suciedad. También se realiza un curetaje o eliminación de la placa que pueda haber bajo las encías.
- Si alguna pieza está en mal estado o muy suelta se extrae ya que es contraproducente dejarla en cuanto que sólo produce dolor y favorece la infección de las encías.
- Finalmente se hace el pulido de dientes para una mejor mordida y dejar la superficie de los mismos suave. Se hace con una fresadora especial y una pasta específica para proteger el esmalte y que la limpieza dure lo más posible.
No obstante, después de la limpieza dental profesional, lo mejor es establecer una rutina de higiene dental en casa, como prevención para evitar o retrasar todo lo posible la formación de nueva placa.
Los problemas de la boca y encías de tu perro o gato son fuente de dolor crónico, infecciones y mala calidad de vida, por lo que es importante actuar antes de que la enfermedad periodontal aparezca y sea más difícil tratarla. En la clínica veterinaria valoramos si ha llegado el momento de realizar a tu peludo una limpieza dental profesional. Si tienes dudas, consúltanos.